jueves, 18 de marzo de 2010

No a los tranvías

En muchas ciudades de España, se han desarrollado o se están desarrollando proyectos para volver a poner en marcha sistemas de tranvía.

Desde mi punto de vista, el tranvía tuvo su momento de existencia cuando los motores de explosión no estaban lo suficientemente capacitados para mover grandes vehículos de transporte. Sin embargo sí era factible un transporte público con motores eléctricos, más sencillos. De esta forma, en las grandes ciudades se tendieron vías y catenarias eléctricas por todas las calles para hacer posible el transporte público en masa. Con el paso del tiempo, en muchas ciudades empezaron a darse cuenta de lo poco flexible y costoso que era este medio de transporte al estar ligado a la via y a la catenaria en su recorrido. En ese momento empezaron a funcionar los trolebuses, una especie de autobús eléctrico enganchado a una catenaria pero que circulaba por el asfalto en lugar de por las vías, lo que le daba mayor flexibilidad y disponibilidad que al tranvía.

Pero el trolebús no llegó a extenderse de forma masiva por las ciudades por la llegada casi simultánea del autobus. Dentro de una ciudad, el autobus era ágil, flexible y el despliegue de nuevas líneas no tenía más coste que el de los vehículos. Los tranvías desaparecieron o quedaron relegados al turismo, como en los casos de San Francisco o Lisboa.

Ha sido con la llegada del crecimiento económico de finales de los 90 y de los primeros años del siglo 21 cuando muchos ayuntamientos han decidido que las ciudades sean, de nuevo, atravesadas por vías y catenarias en un error histórico que tardaremos en desmontar y en pagar.

A continuación comparo el tranvía y el autobus desde los puntos de vista más importantes para un transporte público eficiente: Costes, disponibilidad, flexibilidad y rapidez.

Costes
No hace falta ser un prestigioso economista para darse cuenta de que un autobús es muchísimo más económico que un tranvía. Al autobús no le hace falta más infraestructura que las ya existentes calles para poder operar. Al tranvía le hacen falta plataformas, paradas especiales, vías, postes para sostener las catenarias, etc..Poner una nueva línea de tranvía en circulación tiene un coste descomunal, cientos de millones de euros. ¿Cuál es el coste de infraestructura de poner una línea nueva de autobús?: cero.

Respecto al combustible, el que tenga gas y electricidad puede mirar en su recibo y comprobar que el coste por KWh del gas es la mitad que el de la electricidad. Otro tanto ocurre con el fuel o simiar. Desgraciadamente, la electricidad como "combustible" es tremendamente costosa frente a los combustibles fósiles. Esto es así por diversos motivos que no procede enumerar aquí. Respecto al coste de los vehículos, no tengo datos, pero presiento que un vagón de tranvía debe ser más costoso que un autobus de similar capacidad de carga aunque solo sea porque se fabrican muchos menos.

En una sociedad donde los políticos entendieran que el dinero que se gastan no cae de los árboles, el argumento del coste debiera ser más que suficiente para no instalar ni un solo tranvía. O bien no nos deberían quitar tanto dinero o de hacerlo, deberían gastarlo en subvencionar más el precio del autobus o en hacer carriles bici y sistemas de alquier de bicicletas o en hacer de verdad exclusivos los carriles bus para el transporte público.

Disponibilidad
¿Han pensado que va a pasar cuando un tranvía se avería sobre las vías? ¿Y cuando haya un accidente sobre las vías (un atropello con fallecido, por ejemplo)? Pues que todos los tranvías que van sobre la misma línea quedarán parados en una bonita cola hasta que se libere la vía y, mientras tanto, los pasajeros deberán esperar hasta que venga a rescatarlos.......un autobús.

Todos hemos visto carriles de calles que quedan cortados por tener que abrir zanjas para reparar o mantener las infraestructuras de suministro de cualquier tipo (agua, electricidad, alcantarillado, etc..) ¿Que va a pasar cuando la zanja esté debajo de las vías del tranvia? Pues nada, servicio de tranvía suspendido hasta fin de obras, en su lugar....autobuses.

El suministro eléctrico es mejorable y tiene puntos de fallo -como se ha podido ver estos días en Gerona-. Un rayo u otro fenómeno atmosférico como la nieve, la lluvia o el viento, pueden provocar que el suministro eléctrico falle. Si esto llega a ocurrir el sistema de tranvía quedaría inoperativo (como pasó este invierno en Santa Cruz de Tenerife). Bueno, siempre nos quedará.....el autobus.

En este apartado creo haber podido demostrar que la disponibilidad del servicio de tranvía no es buena y, en cualquier caso, muy inferior al del servicio de autobuses.

Flexibilidad
Este argumento contra el tranvía es muy breve. El tranvia no es flexible en cuanto a su configuración. No creo que haga falta decir más. El tranvía pasa por donde pasa y punto. Para que pase por otro sitio hay que gastarse cientos de millones de euros del sufrido contribuyente. Montar una nueva línea de autobus lleva, como mucho, un par de tardes.

Rapidez
Las dos principales razones para la falta de velocidad del transporte público en las grandes ciudades son la intensidad del tráfico (atascos) y la regulación de la circulación (semáforos, pasos de peatones, cruces, etc..). Uno de los argumentos a favor del tranvía de los admiradores de este medio de transporte es que es más rápido que el autobus. ¡Pues claro que es más rápido!: le creamos una carretera para el solo, le damos preferencia en todos los cruces, cambiamos la regulación semafórica cada vez que se hacerca un tranvía. ¡así cualquiera!

En este apartado, si al autobús se le dán las mismas oportunidades que al tranvía, hay empate. Ambos medios de transporte son igual de rápidos.

Ecológico
Aquí si que tengo que dar mi brazo a torcer, pero parcialmente. Los actuales autobuses, generan CO y CO2 para producir toda su energía. Los tranvías también producen CO2 (ya que la electricidad se genera en España, básicamente con combustibles fósiles), pero no lo hacen dentro de la ciudad, sino donde estén las centrales eléctricas. También es cierto que el autobús todo lo que quema para moverse es combustible fósil y que un parte de la electricidad del tranvía proviene de energías limpias (nuclear, hidráulica, eólica, etc.)

Aunque claro, también podríamos usar autobuses con gas natural (menos monoxido de carbono) o de hidrógeno que no tienen resíduo alguno pero que están en experimentación. También hay autobuses eléctricos, pero su coste es todavía muy elevado y su autonomía muy limitada.

Resumen
En resumen, el tranvía no hay por donde cogerlo dentro de una ciudad. Quien haya estado en ciudades como Londres con un servicio de autobuses basado en autobuses pequeños, con buena frecuencia de paso, con gran cantidad de recorridos alternativos no podría imaginar sustituir esto por tranvías tipo Lisboa o similar.

Los trenes eléctricos como el tranvía solo se justifican para largos recorridos entre ciudades o bajo tierra dentro de las grandes ciudades (a este tipo de tranvía se le llama metro). Es en estos casos, donde la rapidez para cubrir grandes distancias y su grán capacidad de carga, vencen al resto de argumentos a favor del autobús. Un metro a 80km/h no es un peligro para nadie en una gran ciudad. ¿Alguien se imagina un metro en superficie -tranvía- a 80Km/h?

Sé que no me van a hacer caso, pero por favor, alcaldes del mundo. Dediquen nuestro dinero a mejorar y abaratar el transporte público basandolo en pequeños o grandes autobuses según sea la demanda. Hagan carriles bici y servicios de alquiler de bicicletas y dejen de hacer costosísimos, ineficaces y caducos medios de transporte solo porque les parezca que hacen bonito y que son muy modernos.

domingo, 7 de marzo de 2010

Comenzamos con la rueda de prensa de...Tiger woods

El otro día, en el coche, encendí la radio para escuchar las noticias y sintonicé Radio 5 todo noticias de Radio Nacional de España. Suena la música del informativo y el locutor comienza con: "Comenzamos este espacio informativo con la rueda de prensa que el golfista Tiger Woods ha protagonizado para hablar sobre...."

¿Que comenzamos el informativo hablando de un tio que engaña a su mujer y que juega al golf? ¿Y que pasa con la ofensiva de la OTAN en Afganistán? ¿Que pasa con los muertos por lluvias en Madeira? ¿Y la toma del poder por parte de los militares en Niger? ¿Y con que Irán quiere enriquecer Uranio para hacer bombas atómicas? ¿Que pasa con tantas y tantas noticas DE VERDAD importantes?

¿Hasta que nivel de mediocridad hemos llegado si la radio de noticias pública habre sus informativos sobre un tio que engaña a su mujer? ¿Es lo que pide el pueblo? ¿Es lo que piensan los periodistas que importa el pueblo? ¿Por qué ocurre esto?

Es triste, muy triste.

martes, 2 de marzo de 2010

Una opinión sobre los fanáticos

Hoy quiero reproducir aquí un interesante correo electrónico que circula por la red y que me llegó hace un par de días. Según el email es de un tal "Dr. Enmanuel Tanay". Desconozco si existe es tal Dr. o si se trata de uno de tantos nombres ficticios (algunos incluso con premio nobel) que circulan como spam de buzón en buzón. Lo importante no es quien lo escribe sino lo escrito. Me parece más que intersante la reflexión y por eso la reproduzco. Supongo que se tratará de una traducción, ya que la gramática es fráncamente mejorable:

Un hombre, cuya familia pertenecía a la aristocracia alemana antes de la Segunda Guerra Mundial, fue propietario de una serie de grandes industrias y haciendas. Cuando se le preguntó cuántos de los alemanes eran realmente nazis, la respuesta que dio puede guiar nuestra actitud hacia el fanatismo. "Muy pocas personas eran nazis en verdad" -dijo, "pero muchos disfrutaban de la devolución del orgullo alemán, y muchos más estaban demasiado ocupados para preocuparse. Yo era uno de los que sólo pensaba que los nazis eran un montón de tontos.

Así, la mayoría simplemente se sentó a dejar que todo sucediera. Luego, antes de que nos diéramos cuenta, eran dueños de nosotros, se había perdido el control y el fin del mundo había llegado. Mi familia perdió todo. Terminé en un campo de concentración y los Aliados destruyeron mis fábricas .."

Se nos dice una y otra vez por los "expertos" y "cabezas parlantes" que el Islam es la religión de la paz, y que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir en paz. Aunque esta afirmación puede ser calificada de cierta, es totalmente irrelevante y solo tiene la intención de hacernos sentir mejor, y significa que de alguna manera se busca disminuir el impacto de los fanáticos que arrasan en todo el mundo en nombre del Islam.

De hecho los fanáticos dominan el Islam en este momento en la historia. Son los fanáticos los que marchan. Se trata de los fanáticos los que producen 50 guerras en todo el mundo. Se trata de los fanáticos que sistemáticamente masacran cristianos o grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente de todo el continente en una ola islámica. Estos fanáticos son los que ponen bombas, decapitan, asesinan y honran matar. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita. Se trata de los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y la horca de las víctimas de violación y los homosexuales. Se trata de los fanáticos que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en terroristas suicidas.

El hecho cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la "mayoría silenciosa" es intimidada e imperceptible. La Rusia comunista estaba compuesta de los rusos, que sólo querían vivir en paz, sin embargo, los comunistas rusos fueron responsables por el asesinato de cerca de 20 millones de personas. La mayoría pacífica era irrelevante.

La enorme población de China era también pacífica, pero los comunistas chinos lograron matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.

El individuo japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era un belicista sádico. Sin embargo, Japón asesinó y masacró en su camino hacia el sur de Asia Oriental en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático de 12 millones de civiles chinos, la mayoría de los muertos por espada, pala y bayoneta.

Y,¿quién puede olvidar Rwanda, que se derrumbó en una carnicería. ¿Podría no ser dicho que la mayoría de los ruandeses eran 'amantes de la paz'?

Las lecciones de la historia son con frecuencia increíblemente simples y contundentes, sin embargo, para todos nuestros poderes de la razón, muchas veces perdemos el más básico y sencillo de los puntos: Los musulmanes amantes de la paz se han hecho irrelevantes por su silencio. Los musulmanes amantes de la paz se convertirán en nuestro enemigo si no se pronuncian, porque al igual que mi amigo de Alemania, se despertarán un día y encontrarán que los fanáticos los poseen, y el fin de su mundo habrá comenzado. Los alemanes, amantes de la paz, japoneses, chinos, rusos, rwandeses, serbios, afganos, iraquíes, palestinos, somalíes, nigerianos, argelinos, y muchos otros han muerto a causa de que la mayoría pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde.

En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los eventos en desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta, los fanáticos que amenazan nuestra forma de vida.
...... Emanuel Tanay, M.D.

La historia se repite. Unos pocos fanáticos cristianos asesinaron a miles, millones, de seres en nombre de dios, luego en la revolución francesa otros pocos sembraron el terror indiscriminado por toda Francia. Los fanáticos Alemanes en la primera y segunda guerra mundial, los fanáticos Japoneses en sus guerras con China y con los EEUU. Los fanáticos comunistas Rusos, Chinos, Vietnamitas, Cubanos, Venezolanos,... Ahora le toca el turno a los fanáticos islámicos. Aprendamos de la historia para estar prevenidos. Un pequeño grupo fanatizado arrastra a una sociedad.