lunes, 22 de julio de 2013

Violencia doméstica o violencia de género

Desde hace unos años asistimos a un debate semántico sobre cómo denominar al maltrato de la esposa por parte de su marido (también existe el maltrato a la inversa, pero es anecdótico). La progresia, ganadora habitual en las guerras de las palabras ha conseguido denominar a estos desgraciados sucesos "violencia de género" mientras que yo me decanto más por "violencia doméstica".

Denominarlos "violencia de género" implicaría afirmar que estos sucesos ocurren entre hombres y mujeres (mayoritariamente, de hombres hacia mujeres), pero no es exactamente así, es decir, los hombres no van pegando de forma generalizada y anónima por las calles a las mujeres. Las agresiones se producen por parte de maridos hacia sus esposas. El que agrede a su esposa no agrede a una mujer anónima por la calle (normalmente, claro).

En algunos países (especialmente los islámicos) sí que hay una violencia de género. Hay un maltrato social generalizado contra las mujeres en general por el hecho de serlo, no solo maltratos domésticos (que también). Pero este es otro tema.

En resumen, sé que es un grito al viento y que nadie me hará caso, pero sería deseable que fuéramos cambiando la denominación y las leyes a "violencia doméstica" como aquella que se produce dentro de la familia y, por supuesto, incluir en dichas leyes toda la violencia doméstica sea cual sea el sexo del maltratador y del maltratado así como su edad.

¿Quién se atreve a decir qué es más grave: que el marido agreda a su esposa, que la hija agreda a su anciano padre o que la madre y/o el padre agredan a su hijo y/o hija?