
Mi duda es: ¿Quién ha venido desde Zimbabwe a echar los papeles? ¿No ha tenido que volverse porque le falte un formulario?
¿Que opinarán los niños que se mueren de hambre en ese país?
Si me hacéis críticas sobre este artículo, por favor, que no sean relativas a la condición sexual de los afortunados. La subvención me parecería igual de injusta si se la dieran a la sociedad de amigos de la gamba roja de Zimbabwe. Merece la pena leer la relación de subvenciones para ver en que se va nuestro dinero. ¿Quién controla que el dinero se gasta para lo que realmente se da? ¿Hay funcionarios para tanto? ¿Cuesta más el viaje del funcionario que audita o la subvención que se da?
Para quien no se lo crea que pinche aquí: BOE (Página 3)
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