Quisiera aportar mi granito de arena sobre el debate nuclear o, mejor dicho, sobre la energía en general. Antes de exponer mi postura y para poder entenderla y poder tener opinión en este debate, es preciso conocer una serie de datos. Están extraídos del IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía) y corresponden al año 2006.
Cuando se hable de ENERGIA, hay que saber de qué estamos hablando. No es solo encender o apagar la luz o la televisión. A saber:
El 39% de la energía se consume en transporte. Coches, aviones, trenes, etc.
El 31% corresponde a la industria.
El 17% corresponde a consumo doméstico (electricidad, calefacción, etc.)
El 10% a servicios.
El 3% corresponde a la agricultura.
La energía final es la que consumimos; la energía primaria es la contenida en los combustibles que utilizamos. La diferencia entre ambas corresponde a pérdidas por transporte y a pérdidas en la generación.
Si piensas que estas pérdidas son despreciables te equivocas, una central de ciclo combinado puede, con suerte, extraer el 50% de la energía primaria contenida en los combustibles que quema. Un motor de gasolina genera más energía calorífica que cinética (movimiento). Es decir, como norma general, somos muy ineficientes.
La energía primaria que consumimos en España procede de los siguientes combustibles:
Petróleo: 49%
Gas: 21%
Carbón: 13%
Uranio: 11%
Renovables: 7% (Hidráulica 1,6%, eólica 1,3%, etc.)
Es decir, los combustibles fósiles suponen un 83% de la energía primaria de España. Ni que decir tiene que la práctica totalidad de este 83% lo importamos y lo pagamos en dólares.
Aunque parezca obvio lo comento: El patrón de consumo energético se puede predecir pero no imponer. Es decir, se sabe que consumo eléctrico tendremos esta noche y cuanta gasolina se necesitará el mes que viene, pero no se puede cambiar ese patrón a base de legislación.
Con contadas excepciones, los principales exportadores de petróleo y gas son de lo peorcito del planeta: Argelia, Angola, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Arabia Saudí, Emiratos, Venezuela, etc.
Las democracias destacan por su ausencia y algunos usan el dinero que les damos por su petróleo para cualquier cosa menos para que tengamos un mundo mejor.
También tenemos el tema del calentamiento global, cambio climático o como quiera que se llame sea o no cierto; y de serlo, sea o no causado por el ser humano. No obstante, me pongo en el peor de los escenarios: el de que es cierto y que es culpa nuestra (aunque no lo fuera, emitir CO2 no es nada bueno, inspira detrás de un coche diesel y podrás comprobarlo).
El primer mundo tiene un elevado consumo energético por persona. El segundo y tercer mundo incrementan su consumo “per cápita” rápidamente, y hay muchas "capitas" en esos países (entre China, la India y algunos otros del sureste asiático suman 3.000 millones de personas, la mitad de la población mundial). Como generen esa energía final con combustibles fósiles, vamos listos con los niveles de CO2 y con el precio al que se va a poner el petróleo y el gas (más dinero para las tiranías).
Bueno, con estos datos (no opiniones, sino datos) ya podemos continuar. Parece obvio que deberíamos de dejar de consumir combustibles fósiles cuanto antes por tres razones fundamentales:
No dar dinero a regímenes que no defienden los derechos humanos, ni la igualdad de hombres y mujeres y que, en ocasiones, hasta patrocinan el terrorismo y la guerra.
No seguir generando más CO2.
Antes o después estos combustibles se van a acabar y si ese momento nos pilla con una dependencia de ellos del 80% la catástrofe social está asegurada.
Antes de buscar soluciones, es preciso darse cuenta de que durante las próximas décadas casi el 40 o 50% de la energía va a tener que seguir siendo generada mediante combustibles fósiles ya que es la energía que utilizan los motores de los transportes (aviones, coches, camiones, etc.) y las calderas de calefacción.
No veo posible que se puedan cambiar todas las instalaciones de calefacción de España en esta legislatura, ni que la gente se compre un coche eléctrico el mes que viene ni que Airbus fabrique un avión de hidrógeno en la próxima década.
Esto quiere decir que durante las dos próximas décadas solo está en nuestra mano bajar del 83% actual al 35-40% de producción de ENERGIA FINAL mediante combustibles fósiles si los eliminamos de su uso para la producción de energía eléctrica. Ese 35-40% que todavía quede será lo que quememos en motores de vehículos de transporte y calefacción.
Sabiendo esto se plantean tres líneas de actuación muy claras:
Investigar como podremos en el futuro (>30 años) eliminar los combustibles fósiles del transporte y de la calefacción. Esto es inversión en I+D. En esta línea la pila de hidrógeno parece que tiene mucho futuro.
Empezar YA a eliminar los combustibles fósiles de la producción eléctrica.
Investigar en mejorar la producción de energía con renovables y con fusión nuclear. Especialmente dedicar el dinero de las subvenciones de instalación de nuevos parques eólicos en investigación.
Para el segundo apartado solo hay dos alternativas: O se empieza a producir mucha más electricidad con energías renovables o con energía nuclear. No hay otra alternativa.
La primera alternativa tiene un grave problema: el viento sopla cuando sopla y por las noches no hay sol y, que yo sepa, no es posible a medio plazo almacenar descomunales cantidades de energía. No voy a hacer los cálculos del número de parques eólicos ni de placas fotovoltaicas necesarias para sustituir la energía que hoy generan los combustibles fósiles, ni tampoco del coste por kwh de este tipo de energía: con los dos argumentos iniciales es suficiente y sencillo: no podemos controlar la producción y no podemos almacenar la energía.
Como conclusión (y por eliminación) solo nos queda, desgraciadamente, la energía nuclear como única alternativa viable para sustituir el 40% de producción eléctrica que ahora mismo generan los combustibles fósiles. El otro 40% de la energía final es y será durante un par de décadas la energía del transporte (que seguirá siendo de origen fósil), otro 10% de la energía final es ya nuclear y el último 10% se produce con las renovables actuales (datos aproximados).
En todo este artículo no he querido entrar en el debate económico. Entiendo que es como calcular el coste del agua que bebo. Debe tenerse en cuenta pero no en primer lugar. Primero hay que asegurar el suministro energético y luego hacerlo con el menor coste.
Otro debate es la seguridad de centrales y resíduos. Normalmente nos da miedo lo que desconocemos. Nos da miedo viajar en avión porque no entendemos que un cacharro de decenas de toneladas pueda volar, pero a mi me tranquiliza saber que el que sabe del tema (el piloto) viaja el primero y en cabina. En caso de accidente, él se lleva el primer guantazo. Seguro que va a hacer lo posible porque todo vaya bien.
Ingenieros industriales y físicos nucleares son los primeros que trabajan DENTRO de la central que conocen. Digo yo que ninguno será tan imbécil como para estar en un sitio que ellos sepan que les puede matar aunque sea poco a poco, ¿o pensamos que son todos unos suicidas? En caso de problemas radioactivos a los primeros que les va a afectar va a ser a ellos. Seguro que eso les anima a que las instalaciones sean seguras. Por ejemplo, Francia tiene la práctica totalidad de su producción eléctrica basada en más de 50 centrales nucleares y, que yo sepa, sin ninguna baja. ¿No podemos nosotros hacer lo mismo?
Eso sí, para estar listos de aquí a 20 años la decisión hay que tomarla YA. Construir una nuclear lleva en torno a 10 años y las empresas que las hacen tienen lista de espera. Lo mejor que podríamos hacer sería sustituir las jurásicas centrales que tenemos por otras de última generación.
El pueblo de Zorita ha vivido 40 años con una central que ahora se cierra de 150MW de potencia y que yo sepa no es un pueblo de mutantes. Qué mejor solución para poner una nueva y más potente que el pueblo de Zorita. Una central moderna puede generar unos 1500MW, es decir 10 veces lo que generaba Zorita. Solo sustituyendo las ahora existentes por centrales nuevas yo estaría más tranquilo sobre el futuro energético, económico y ecológico de mi país, y además dejamos de darle mucho dinero a muchos indeseables.